viernes, 20 de abril de 2012

¿QUÉ HE APRENDIDO SOBRE LA CONVIVENCIA Y LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS?

En estas semanas hemos visto y trabajado los diferentes modelos de convivencia: punitivo, relacional e integrado. Me ha parecido muy interesante saber más sobre cada uno de ellos, ya que nunca había oído hablar de ninguno de los tres modelos.
En el colegio, el modelo que conocí era el punitivo, quizás con algunos aspectos del relacional, pues la profesora solía preguntar que había ocurrido e intentaba mediar entre ambos pero siempre había un castigo de por medio y la situación se acababa así.
En el instituto, el modelo que conocí era totalmente punitivo. Si surgía un problema se solucionaba mediante el castigo, ya fuera dejándolo sin recreo, poniéndole partes o amonestaciones o incluso expulsándolo. Muchas veces ni siquiera se preguntaba por el origen del conflicto, simplemente los profesores se dedicaban a poner un castigo y deshacerse cuanto antes del problema. "No querían perder tiempo en esas cosas" decían muchas veces los profesores, así que no era raro pasar algún recreo en la llamada "aula de convivencia", donde lo único que hacíamos era ejercicios o hablar con los otros castigados.
A través de los vídeos que hemos visto, de las lecturas y de las experiencias de mis compañeras, he aprendido que hay otras formas de resolver el conflicto de manera que se pueda evitar que vuelva a surgir y que ambas partes queden satisfechas y no sea siempre uno solo el que pague por el daño causado. Lo importante que he aprendido es que hay que interesarse por los alumnos, debemos querer ayudarlos y hacerlo, debemos implicarnos más e intentar mejorar la convivencia dentro del aula y ésto no se consigue a través de técnicas de castigo, si no a través de la comunicación.
Para nosotras, futuras profesoras de infantil, es importante que consigamos instalar en nuestras aulas el modelo integrado y también en el colegio. Tenemos que saber resolver los conflictos hablando con los niños. Aunque nuestros alumnos sean pequeños, también podemos fomentar la comunicación a través de juegos, canciones, dibujos... 
En conclusión, me he dado cuenta de que un castigo puede servir para resolver un conflicto en el momento inmediato, pero pasado un tiempo no habrá sido una medida útil si no ha habido una comunicación entre las partes implicadas y si no ha habido una preocupación por mejorar la relación entre ambos e intentar evitar otro conflicto futuro. Es mejor hablar las cosas e intentar buscar una solución común y de acuerdo entre las partes.

Realizado por Rocío García

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